De ese empeño surgieron seis virtudes que, según parece, son reconocidas y respetadas por todas las culturas del mundo:
Sabiduría y conocimiento
Coraje
Amor (a veces llamado humanidad)
Justicia
Templanza
Trascendencia
En todas partes, la mayoría de las personas son capaces de reconocer las características asociadas a dichas virtudes.
Es fundamental que sepamos cuáles son nuestras fortalezas y hagamos todo lo que esté en nuestra mano para utilizarlas diariamente en el trabajo y en el tiempo de ocio. La vida nos ha hecho ser muy conscientes de nuestros puntos débiles, es decir, las cosas que no se nos dan bien. Esas carencias nos causan angustia, y dedicamos muchísimo tiempo y esfuerzo para intentar compensarlas. Si quieres saber cómo sacar partido a tus cualidades, te enseñamos a entrar en estado de flujo utilizando tus fortalezas de maneras mucho más constructivas.
A los detractores de esta línea de pensamiento les preocupa el hecho de que, si todos conociéramos nuestras fortalezas y nos centráramos en ellas, quizá no nos enfrentaríamos a nuestros puntos débiles. Esto no es así en absoluto. La única forma de superar un problema de cualquier tipo es aplicar tus fortalezas más eficazmente.
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