jueves, 7 de noviembre de 2019

¿Quién fue tu maestro?


Un gran maestro sufi, Junnaid, fue consultado cuando se estaba muriendo: "Maestro, por favor, siempre hemos tenido una pregunta en mente pero nunca hemos tenido coraje suficiente para hacértela: ¿ Quién fue tu maestro?"

Junnaid dijo:
-Me resultará muy difícil responder porque he aprendido de casi todos. He aprendido de cada suceso ocurrido en mi vida. Toda la existencia ha sido mi maestra.
Para satisfacer vuestra curiosidad os voy a dar tres ejemplos.
El primero: tenía mucha sed y me dirigía hacia el río con mi cuenco, mi única posesión. Cuando llegué al río, un perro vino corriendo, saltó al agua y comenzó a beber.
Le observé un momento y arrojé el cuenco lejos de mí; me di cuenta de que era inútil. Salté dentro del río y bebí todo lo que quise. Todo mi cuerpo se refrescó. Di las gracias al perro y toqué sus pies con profundo respeto porque me había enseñado una lección. Si bien lo había dejado todo, todas mis posesiones, tenía cierto apego por mi cuenco. Era muy hermoso. De noche lo ponía bajo mi cabeza, como almohada, para que nadie me lo quitara. Era mi último apego, y el perro me ayudó. Aquel perro fue uno de mis Maestros.
Segundo: Me perdí en el bosque, y cuando llegué al pueblo mas cercano ya era media noche. Todo el mundo estaba dormido. Deambulé para ver si encontraba a alguien despierto que pudiera darme cobijo, hasta que me encontré con un hombre. Le dije:
-Parece que tú y yo somos los únicos que estamos despiertos en todo el pueblo ¿Puedes acogerme esta noche?

El hombre dijo:
-Puedo ver que eres un monje sufí y me siento un poco avergonzado de llevarte a mi casa. Estoy más que dispuesto, pero debo advertirte quién soy: Soy un ladrón; ¿te gustaría ser el invitado de un ladrón?
Ya que el místico dudó, el ladrón dijo: De hecho soy yo el que debería tener miedo de ti, podrías tratar de cambiarme. Invitarte supone un riesgo para mi, pero no tengo miedo. Ven a mi casa, come, duerme y quédate el tiempo que desees.
Alimentó al sufí, le dio de beber y le dijo:
-Ahora me iré. Tengo que hacer mi trabajo. El ladrón volvió a primera hora de la mañana. Junnaid le preguntó:
-¿Has tenido éxito?

- No, hoy no, pero mañana ya veremos.
- Y esto continuó durante treinta días: el ladrón salía cada noche y volvía con las manos vacías. Pero nunca estaba triste ni frustrado, siempre estaba feliz. Y decía:- No importa. He puesto lo mejor de mi en el intento, mañana volveré a intentarlo.
- Al mes Junnaid se fue y durante años trató de alcanzar la realización, aunque siempre fracasaba. Cuando pensaba en abandonar el proyecto, se acordaba del ladrón y así persistía.
- Así fue que el ladrón fue uno de mis mayores maestros.
- Tercero: Entré en un pueblecito. Un niño llevaba una vela encendida. Evidentemente, iba hacia un pequeño templo de la localidad para dejar la vela ardiendo durante la noche:
El sufí le preguntó:
- ¿Puedes decirme de dónde viene la luz?
- El niño apagó la vela delante de Junnaid-¿Has visto como se ha ido la luz?
- ¿Puedes decirme adonde ha ido? Si me dices adónde ha ido, te diré de dónde viene, porque es el mismo lugar. Ha vuelto a su fuente.
- He estado con grandes filósofos pero nadie me ha dicho nada tan hermoso.
- Toqué los pies del niño. Desde ese momento he estado meditando sobre la nada y, poco a poco he ido entrando en ella. Y ahora, llegará el momento final en el que la vela se apagará y yo sé donde voy; a la misma fuente.

La espiritualidad


La espiritualidad es mirar a tu vecino y comprender que su mal humor es causa de su dolor, y no sentirte ofendido. Espiritualidad es que las cosas no salgan como tú deseas y aceptar que así ha de ser para tu aprendizaje.

Espiritualidad es hacerte responsable de tus circunstancias, es no creerte la víctima, es no culpar a nadie de lo que te sucede.

Espiritualidad es vivir en la alegría, o en el silencio, o en el bullicio, o en la tormenta, o en la luz, o en la oscuridad, vivir lo que la vida te propone, sin pretender que sea otra cosa.

Espiritualidad es comprender que si te enfermas, no solo hay que atender los síntomas físicos, sino también ver que emociones no estás gestionando, y atender que lo que hace tu cuerpo es mandarte un mensaje.

Espiritualidad es caminar disfrutando de cada paso del camino, independientemente de lo que te suceda. Es atender las emociones sin identificarte con ellas. Es cuidar tus pensamientos y tus palabras. Es ser coherente y mantener la autenticidad en todos los ambientes y en todas las circunstancias.

Espiritualidad es abrazarlo todo. Es amar el mundo tal y como es, con todo lo que contiene. Sin juzgarlo, sin quejarte, sin poseer.

Espiritualidad es compartir, es estar en paz. Es dejar que cada uno viva como le plazca. Es comprender que nada es real y que a la vez, hay que ser impecables a la hora de jugar la partida de la vida.

Y no hablo de religión, no hablo de dogmas, no hablo de pecados, no hablo de creencias, no hablo del bien y del mal, no hablo de iglesias, ni de maestros, ni de normas.
Hablo de lo que late cuando consigues parar y mirar hacia dentro, y te das cuenta de que no tendría sentido la vida, si solo fuéramos materia. Si solo estuviéramos aquí para pasar el rato. Si solo fuéramos un puñado de carne, de vísceras, de arterias. Si solo fuéramos un deseo atrapado en un cuerpo, sin un alma que anhela sentir de nuevo, el amor del que sin duda forma parte.

LENA BU

jueves, 12 de septiembre de 2019

TAL COMO UNO HACE SU CAMA, SE ACUESTA:


DAR ATENCIÓN:

Sra. Natalie Salzmann de Etievan.

Extracto de “Tal como uno hace su cama, se acuesta”:

"Todos nosotros tenemos una necesidad profunda de relacionarnos, de ser amados, reconocidos y aceptados tal como somos. Sin embargo, continuamente queremos imponernos, hacer que el otro sienta nuestra presencia, llamar su atención. ¿Cuál es esa atención que uno pide? Cuando digo: "mi mujer no me presta atención", ¿qué quiero decir con eso? ¿Qué es lo que estoy pidiendo realmente?
Lo que pedimos realmente cuando reclamamos atención es amor. Y quizás atención y amor podrían ser la misma cosa. Si le doy atención a alguien le estoy dando algo mío que es muy precioso: tiempo, sentimiento, energía, algo de valor. Puedo dar mucha o poca atención, hay toda una gama; pero siempre que doy atención, hay cariño en ese movimiento.

Tengo que reconocer que lo que quiero es ser amado y comprender que, para ser amado; tengo que amar. Que para recibir; tengo que dar primero, sin calcular. Si uso una calculadora para llevar la cuenta de cuánto amor le he dado y cuánto debe él devolverme, no voy a recibir absolutamente nada. Tengo que dar sin calcular y seguir dando sin esperar nada en retorno. Entonces recibo siempre más de lo que he dado."

Principios para regir tu vida


El alma es tinte del color de sus pensamientos.
Piensa solo en aquellas cosas que están en línea con tus principios y que pueden soportar la luz llena del día.
Tú puedes elegir el contenido de tu personalidad.
Día tras día conviértete en aquello que eliges, en lo que piensas y en lo que haces.
Tu integridad es tu destino.
Es la luz que ilumina tu camino.

(Heráclito)

martes, 30 de julio de 2019

Discurso que Steve Jobs en la Universidad de Stanford el 12 de Junio de 2005.


«Me siento honrado de estar con vosotros hoy en esta ceremonia de graduación en una de las mejores universidades del mundo. Yo nunca me licencié. La verdad, esto es lo más cerca que he estado de una graduación universitaria.

Hoy deseo contaros tres historias de mi vida. No es gran cosa. Sólo tres historias. La primera trata de conectar puntos. Me retiré del Reed College a los seis meses y seguí yendo de modo intermitente otros 18 meses más antes de abandonar los estudios. ¿Por qué lo dejé? Comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era una joven estudiante de universidad, soltera, que decidió darme en adopción. Ella creía firmemente que debía ser adoptado por estudiantes graduados. Por lo tanto, todo estaba arreglado para que apenas naciera fuera adoptado por un abogado y su esposa; salvo que cuando nací decidieron en el último minuto que en realidad deseaban una niña. De ese modo, mis padres, que estaban en lista de espera, recibieron una llamada en medio de la noche preguntándoles: «Tenemos un niño no deseado; ¿lo quieren?». Ellos contestaron: «Por supuesto».

Cuando mi madre biológica se enteró que mi madre nunca se había graduado en la universidad y que mi padre tampoco tenía el graduado escolar se negó a firmar los papeles de adopción definitivos. Sólo cambió de parecer unos meses más tarde cuando mis padres le prometieron que algún día iría. A los 17 años fui a la universidad. Ingenuamente elegí una casi tan cara como Stanford y todos los ahorros de mis padres, de clase obrera, se fueron en la matrícula. Seis meses después yo no había sido capaz de apreciar el valor de su esfuerzo. No tenía idea de lo que quería hacer con mi vida y tampoco sabía si la universidad me ayudaría a deducirlo. Y ahí estaba yo, gastando todo el dinero que mis padres habían ahorrado durante toda su vida. Decidí retirarme y confiar en que todo iba a resultar bien. En ese momento fue aterrador, pero mirando hacia atrás es una de las mejores decisiones que he tomado. Prescindí de las clases obligatorias, que no me interesaban, y comencé a asistir irregularmente a las que sí consideraba interesantes.

No todo fue romántico. No tenía dormitorio, dormía en el suelo de las habitaciones de amigos, llevaba botellas de Coca Cola a los depósitos de 5 centavos para comprar comida y caminaba 11 kilómetros, cruzando la ciudad todos los domingos de noche, para conseguir una buena comida a la semana en el templo Hare Krishna. Me encantaba. La mayoría de cosas con las que tropecé, siguiendo mi curiosidad e intuición, resultaron ser posteriormente inestimables. Por ejemplo, en ese tiempo Reed College ofrecía quizás la mejor instrucción en caligrafía del país. Todos los afiches, todas las etiquetas de todos los cajones estaban bellamente escritos en caligrafía a mano en todo el campus. Como había abandonado el curso y no tenía que asistir a las clases normales, decidí tomar una clase de caligrafía para aprender. Aprendí de los tipos serif y san serif, de la variación en el espacio entre las distintas combinaciones de letras, de lo que hace que la gran tipografía sea lo que es. Era artísticamente hermoso, histórico, de una manera en que la ciencia no logra capturar, y lo encontré fascinante.

A priori, nada de esto tenía una aplicación práctica en mi vida. Diez años después, cuando estaba diseñando el primero ordenador Macintosh, todo tuvo sentido para mí. Y todo lo diseñamos en el Mac. Fue el primer ordenador con una bella tipografía. Si nunca hubiera asistido a ese único curso en la universidad, el Mac nunca habría tenido múltiples tipografías o fuentes proporcionalmente espaciadas. Y como Windows no hizo más que copiar a Mac, es probable que ningún PC la tuviese. Si nunca me hubiera retirado, nunca habría asistido a esa clase de caligrafía, y los ordenadores personales carecerían de la maravillosa tipografía que llevan. Por supuesto era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en la universidad. Sin embargo, fue muy, muy claro mirando hacia el pasado diez años después.

Reitero, no podéis conectar los puntos mirando hacia el futuro; solo podéis conectarlos mirando hacia el pasado. Por lo tanto, tenéis que confiar en que los puntos, de alguna manera, se conectarán en vuestro futuro. Tenéis que confiar en algo, lo que sea. Nunca he abandonado esta perspectiva y es la que ha marcado la diferencia en mi vida.

La segunda historia es sobre amor y pérdida. Fui afortunado, porque descubrí pronto lo que quería hacer con mi vida. Woz y yo comenzamos Apple en el garaje de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos duro y en 10 años Apple había crecido a partir de nosotros dos en un garaje, transformándose en una compañía de dos mil millones con más de 4.000 empleados. Recién habíamos presentado nuestra más grandiosa creación -el Macintosh- un año antes y yo recién había cumplido los 30.

Luego me despidieron. ¿Cómo te pueden despedir de una compañía que fundaste? Bien, debido al crecimiento de Apple contratamos a alguien que pensé que era muy talentoso para dirigir la compañía conmigo. Los primeros años las cosas marcharon bien. Sin embargo, nuestras visiones del futuro empezaron a desviarse y finalmente tuvimos un encontronazo. Cuando ocurrió, la Dirección lo respaldó a él. De ese modo a los 30 años estaba fuera. Y muy publicitádamente fuera. Había desaparecido aquello que había sido el centro de toda mi vida adulta. Fue devastador. Por unos cuantos meses, realmente no supe qué hacer. Sentía que había decepcionado a la generación anterior de empresarios, que había dejado caer el testimonio cuando me lo estaban pasando. Me encontré con David Packard y Bob Noyce e intenté disculparme por haberlo echado todo a perder tan estrepitosamente. Fue un absoluto fracaso público e incluso pensaba en alejarme del valle [Silicon Valley, California]. No obstante, lentamente comencé a entender algo. Todavía amaba lo que hacía. El revés ocurrido con Apple no había cambiado eso ni un milímetro. Había sido rechazado, pero seguía enamorado. Y decidí empezar de nuevo.

En ese entonces no lo entendí, pero ser despedido de Apple fue lo mejor que podía haberme pasado. La pesadez de tener éxito fue reemplazada por la iluminación de ser un principiante otra vez. Me liberó y entré en una de las etapas más creativas de mi vida. Durante los siguientes cinco años, fundé una compañía llamada NeXT, otra empresa llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que se convirtió en mi esposa. Pixar continuó y creó la primera película en el mundo animada por ordenador, Toy Story, y ahora es el estudio de animación de más éxito a nivel mundial. En un notable giro de los hechos, Apple compró NeXT, regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT constituye el corazón del actual renacimiento de Apple.

Con Laurene tenemos una maravillosa familia. Estoy muy seguro de que nada de esto habría sucedido si no me hubiesen despedido de Apple. Fue una amarga medicina, pero creo que el paciente la necesitaba. En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No perdáis la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía. Tenéis que encontrar lo que amáis. Y eso es tan válido para el trabajo como para el amor. El trabajo llenará gran parte de vuestras vidas y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer aquello que creéis que es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que se hace. Si todavía no lo habéis encontrado, seguid buscando. No os detengáis. Al igual que con los asuntos del corazón, sabréis cuando lo habéis encontrado. Y al igual que cualquier relación importante, mejora con el paso de los años. Así que seguid buscando. Y no os paréis.

La tercera historia es sobre la muerte. Cuando tenía 17 años leí una cita que decía algo parecido a «Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día hagas lo correcto». Me impresionó y en los últimos 33 años, me miro al espejo todas las mañanas y me pregunto: «Si hoy fuera en último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer?» Y cada vez que la respuesta ha sido «no» varios días seguidos, sé que necesito cambiar algo.
Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque casi todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solo aquello que es realmente importante. Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay ninguna razón para no seguir a tu corazón.

Casi un año atrás me diagnosticaron cáncer. Me hicieron un escáner a las 7:30 de la mañana y claramente mostraba un tumor en el páncreas. ¡Ni sabía lo que era el páncreas! Los doctores me dijeron que era muy probable que fuera un tipo de cáncer incurable y que mis expectativas de vida no superarían los seis meses. El médico me aconsejó irme a casa y arreglar mis asuntos, que es el código médico para prepararte para morir. Significa intentar decir a tus hijos todo lo que pensabas decirles en los próximos 10 años, en unos pocos meses. Significa asegurarte que todo esté finiquitado de modo que sea lo más sencillo posible para tu familia. Significa despedirte.

Viví con ese diagnóstico todo el día. Luego por la tarde me hicieron una biopsia en que introdujeron un endoscopio por mi garganta, a través del estómago y mis intestinos, pincharon con una aguja el páncreas y extrajeron unas pocas células del tumor. Estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me contó que cuando examinaron las células en el microscopio, los doctores empezaron a llorar porque descubrieron que era una forma muy rara de cáncer pancreático, curable con cirugía. Me operaron y ahora estoy bien. Es lo más cerca que he estado a la muerte y espero que sea lo más cercano por unas cuantas décadas más.

Al haber vivido esta experiencia, puedo contarla con un poco más de certeza que cuando la muerte era puramente un concepto intelectual: Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir al cielo, no quiere morir para llegar allá. La muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y es como debe ser porque la muerte es muy probable que sea la mejor invención de la vida. Es su agente de cambio. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Ahora mismo, vosotros sois lo nuevo, pero algún día, no muy lejano, seréis los viejos. Y seréis eliminados. Lamento ser tan trágico, pero es cierto. Vuestro tiempo tiene límite, así que no lo perdáis viviendo la vida de otra persona. No os dejéis atrapar por dogmas, no viváis con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitáis que el ruido de las opiniones ajenas silencie vuestra voz interior. Y más importante todavía, tened el valor de seguir vuestro corazón e intuición, porque de alguna manera ya sabéis lo que realmente queréis llegar a ser. Todo lo demás es secundario.

Cuando era joven, había una asombrosa publicación llamada The Whole Earth Catalog, una de las biblias de mi generación. Fue creada por un tipo llamado Steward Brand no muy lejos de aquí, en Menlo Park, y la creó con un toque poético. Fue a finales de los 60, antes de los ordenadores personales y de la edición mediante microcomputadoras. Se editaba usando máquinas de escribir, tijeras y cámaras Polaroid. Era como Google en tapas de cartulina, 35 años antes de que apareciera Google. Era idealista y rebosante de hermosas herramientas y grandes conceptos. Steward y su equipo publicaron varias ediciones del The Whole Earth Catalog y luego, cuando seguía su curso normal, publicaron la última edición. Fue a mediados de los 70 y yo tenía vuestra edad. En la contraportada de la última edición, había una fotografía de una carretera en medio del campo a primera hora de la mañana, similar a una en la que estaríais haciendo dedo si fuerais así de aventureros. El pie de foto decía: «Seguid hambrientos. Seguid alocados». Fue su mensaje de despedida. Siempre lo he deseado para mí. Y ahora, cuando estáis a punto de graduaros para empezar de nuevo, es lo que os deseo. Seguid hambrientos. Seguid alocados. Gracias»

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domingo, 27 de enero de 2019

Qué hay en tu taza???? Sabiduría Sufí

Vas caminando con tu taza de café y de repente alguien pasa, te empuja y hace que se te derrame el café por todas partes.
-¿Por qué se te derramó el café?
-Porque alguien me empujó
Respuesta equivocada:
Derramaste el café porque tenías café en la taza. Si hubiera sido té, hubieras derramado el té.
Lo que tengas en la taza, es lo que se va a derramar.
Por lo tanto, cuando la vida te sacude (qué seguro pasará) lo que sea que tengas dentro de ti, vas a derramar.
Puedes ir por la vida fingiendo que tu taza está llena de virtudes, pero cuando la vida te empuje vas a derramar lo que en realidad tengas en tu interior. Eventualmente sale la verdad a la luz.
Así que habrá que preguntarse a uno mismo. ¿Qué hay en mi taza?
Cuando la vida se ponga difícil, ¿qué voy a derramar?
¿Fuerza, coraje, alegría, agradecimiento, paz, humildad?
¿Enojo, egoísmo, bronca, amargura, palabras o reacciones duras?
¡Tú eliges!
Ahora, trabaja en llenar tu taza con gratitud, perdón, alegría, palabras positivas y amables, empatía, generosidad y amor para los demás.
De lo que esté llena tu taza, tú eres el responsable.
Y mira que la vida sacude, sacude más veces de las que puedes imaginar.
Que cada día de este año tengamos oportunidad de seguir aprendiendo y derramando!!



RUMI, MÍSTICO SUFÍ, SU VIDA:

Jalal ad-Din Rumi (1207 - 1273) fue un poeta místico y persa sufí. Su poesía mística tiene un atractivo universal, que lo ha convertido en uno de los poetas más célebres de la era moderna.

Rumi nació en 1207 en Balj (actual Tayikistán), en lo que hoy es Afganistán. Viajó con frecuencia a lo largo de su vida, debido a las turbulencias políticas de su época. Después de la invasión mongol de Asia Central alrededor de 1215, la familia de Rumi se movió constantemente hacia el oeste. Visitaron Bagdad (en el moderno Irak), Persia (el moderno Irán) e hicieron una peregrinación a La Meca. La familia finalmente se estableció en Konya (Turquía moderna)

Rumi se crió en la fe islámica y se familiarizó con el Corán. Rumi se convirtió en un célebre erudito y fue admirado por su aprendizaje. A la edad de 25 años, Rumi tomó una posición como Sheik islámico de una Orden sufí en Konya. Aunque siguiendo el camino sufí, se convirtió en jurista islámico y dio sermones en las mezquitas de Konya.

Sin embargo, su vida cambió cuando conoció al místico Sufi errante Sham al-Din de Tabriz en 1244. Esta reunión tuvo un profundo impacto en Rumi, sintió que Sham era una persona de inspiración divina y lo tomó como su Gurú. Bajo la guía de Shams, Rumi perdió interés en los estudios académicos más cerebrales y se enamoró del camino del místico, el camino del corazón. Rumi se convirtió en un asceta y se dedicó al camino espiritual menos ortodoxo.

El cielo fue iluminado
por el esplendor de la luna.
Tan poderoso
que caí al suelo.
Tu amor
me ha asegurado de
que estoy listo para abandonar
esta vida mundana
y rendirme
a la magnificencia
de tu Ser.

Apenas cuatro años después de conocer a Shams, Shams desapareció (los rumores sugieren que fue asesinado con la complicidad del hijo de Rumi, celoso de la devoción de su padre a Shams). El dolor de Rumi llevó a algunos de sus poemas más grandes en el Divan-e Shams-e Tabrizi.

Esta devoción espiritual se manifestó en la poesía mística extática de Rumi. En particular, Rumi capturó el romance divino de amante y amado, el perpetuo anhelo de lo Divino.

Las flores están floreciendo
con la exaltación de tu Espíritu.
Por Allah!
Anhelo escapar de la prisión de mi ego
y perderme
en las montañas y el desierto.

A través de su poesía, Rumi expresó su filosofía que incluía la tolerancia de todas las creencias religiosas, la importancia de la bondad y la caridad, la creencia en la reencarnación y la evolución del alma. Por encima de todo, abogó por la importancia del amor. Rumi creía apasionadamente en la capacidad de la poesía, la música y la danza como un camino hacia la unión con Dios.

Tanto la luz como la sombra
son la danza del amor.
El amor no tiene causa;
Es el astrolabio de los secretos de Dios.
El amante y el amor son inseparables
y atemporales.
Aunque puedo tratar de describir el Amor
cuando lo experimento, me quedo sin palabras.

La fe de Rumi nació de la religión islámica. Él hace referencia frecuente al Corán.

Huye al Corán de Dios, refugíate allí con la fusión de los espíritus de los profetas. El Libro transmite las circunstancias de los profetas a aquellos peces del mar puro de Majestad.

La poesía de Rumi contenía líneas basadas en el Corán, pero exploró temas más allá de los límites de la religión. La gente ve en su poesía una visión de lo divino y la búsqueda universal del amor. Esta cualidad trascendental de la poesía de Rumi le ha dado un atractivo universal. Incluso durante su vida, adquirió seguidores de una diversidad de antecedentes religiosos.

Rumi murió el 17 de diciembre de 1273 en Konya. El epitafio en el lugar de su entierro establece:

Cuando estemos muertos, no busques nuestra tumba en la tierra, sino que la encuentras en los corazones de los hombres.

En su funeral, que duró más de un mes, fue visitado por musulmanes, judíos, persas, cristianos y griegos.